Latidos clandestinos.
Mi deseo se vuelve obsesión.
Enloquezco bajo presión.
Tengo varios destinos.
Si hablo poco,
muere mi personalidad.
Si hablo demasiado,
la hago estallar.
Tanta hipocresía
en un mundo de fantasía.
Tanto aparentar
crea otra realidad.
Verdad paralela,
mentiras para lelos.
Tengo Facebook
Soy persona.
Allí los “amigos”,
son como un deo,
nunca te abandonan.
Si no cuelgo lo que hago,
no lo hice en realidad.
Dame un toque,
pon en alto tu pulgar,
que se note
que soy popular.
Lo que pienso,
a debate.
Lo que publicas,
ni lo suelo mirar.
Debo conectarme
para desconectar.
Cuantos más amigos,
menos intimidad.
Es el precio a pagar.
Entra en mis pensamientos.
Mira lo que hice en ese lugar.
Necesito verte comentar.
Sentirte cerca pero lejos.
Si preciso un amigo,
mando una solicitud.
Lo mismo que tú,
que me agregaste
y no haces nada conmigo.
Lo que sabes de mí,
te lo chiva mi perfil.
Para todo lo demás,
soy un gran desconocido.
Facebook nuestro.
Que estas en los cielos,
hágase mi voluntad.
Cambio red social
por vivir a tiempo parcial.
Si tengo un secreto
Lo cuelgo.
Pero que no se entere nadie más.
Solo los amigos de mis amigos
y así sucesivamente.
Un secreto comprometido.
Indefinidamente compartido
Un secreto comprometido.
Indefinidamente compartido
Aun así utilizo esto,
soy preso del progreso.
Mi mente es anticuada.
No comparte nada,
Ni precisa de “me
gusta”
Para continuar.
La intimidad es necesaria,
para ser uno mismo.
Si algo no gusta
El descontento asusta.
Publicas todas tus citas
Publicas todas tus citas
a la espera de visitas.
Tengo Facebook
Soy persona.
Debo conectarme,
Para desconectar.
Allí los “amigos”,
son como un deo,
nunca te abandonan.
Texto By Txema Pinedo
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