Solo pienso en ti.
Ahora que desfallezco…
Solo pienso en ti.
Una vida a tu lado.
Contemplando tu mirada perdida.
Agotado…
Encontré el sentido
a este viaje que termina.
El amor surge contigo,
mi bella rutina.
Décadas latiendo a tu paso.
Inseguro, indeciso…
en el anonimato.
Si supieras que te admiro.
Que resurjo de todo
cuando te miro.
Que me encantas con el pelo suelto.
Mi corazón da un giro
cuando lo llevas recogido.
Igualmente enloquezco.
Ver tus rodillas bajo el vestido,
bien vale un madrugar.
No duermo si te puedo ver pasar.
No descanso en el intento
por parar el tiempo
ansioso de tus gestos.
He padecido dolor en silencio,
pero nunca te hice llorar.
Ni una sola discusión.
Ni una voz
más alta que las demás.
Jamás nos enfrentamos,
porque no nos conocemos.
Solo yo termino impacientado.
Triste por tu ausencia.
Acostumbrado a estar preocupado.
Solo yo vivo por ti a diario.
Cuando no,
muero un poco cada día.
Soy la flor mustia
y desvanecida.
No tengo que decir adiós,
porque no nos presentamos.
No te deseo lo mejor,
porque siempre lo he deseado.
Soy el recuerdo borrado,
de cuando nos cruzamos.
Caminamos independientes,
por el mismo espacio inanimado.
Piso tus pisadas.
Respiro tus caladas.
Huelo tu sonrisa desbocada.
Soy amor sin dolor.
Soy el hola sin adiós.
Soy un espectro que se despide.
No de ti, si no del resto.
Nada me impide decirte esto.
Sin embargo,
deseo estar
en el anonimato un rato.
El tiempo justo,
ahora que desfallezco.