Partirán los nuestros.
Dejaran de ser pequeños
para convertirse en restos
de nuestro empeño
por parar el tiempo.
Recuerdo sus primeras palabras,
sus frases inocentes
ante un mundo irreverente.
Sus besos y abrazos
acompañados de una sonrisa
a más no poder.
El placer sin prisa
de verla crecer.
Todo gira afuera
y en mis dedos su manita.
Un regalo que nos viene grande.
Nunca imaginamos tanto amor
en algo tan pequeño,
alegría delirante.
Un día volará
y nosotros en tierra firme.
Sus abrazos más escasos.
Su inocencia perderá la paciencia.
Un adiós frio antes de irse.
Recordaremos el bebé
que admiraba nuestros gestos.
Que bailaba, que jugaba…
Al que dábamos el resto.
Que se detenga el tiempo,
que nadie más vuelva a crecer.
Injusto el ciclo de la vida,
que nos aleja de su niñez.
Un día volará
y nosotros en tierra firme.
Un adiós frio antes de irse.
Photo by Arkaitz Morales www.arkaitzmorales.com
Texto by Txema Pinedo.
6 comentarios:
Ese adiós hiela la sangre con solo pensarlo.
Y lo terrible es que sucederá.
Saludos.
supongo que es mejor no pensarlo, pero tenemos ( al menos io) un don para visualizar lo inebitable. Un abrazo T.S
Yo le tengo la guerra declarada al tiempo, pero a veces siento que se rie de mi.
:)
es inevitable, si...qué miedo.
besos y gracias por pasarte.
El tiempo juega a su favor con el factor tiempo, terribe VeroniKa, un placer leert.
Pues es la ley de la vida y hay que respetarla. Todos en algùn momento alzamos el vuelo. Saludos.
Asi es xixe, mi pequeñaja tiene 2 años y medio... y ya lamentamos el futuro paso del tiempo. inevitable
Publicar un comentario