Tengo una vida muy perra.
Siento la correa
pero nadie me pasea.
Soy perro ladrador,
pero muerdo pocas veces.
A veces las paso caninas
al recoger mis propias heces.
Dicen que tengo malas pulgas,
que le viene de raza al galgo.
Siempre surgen dudas
si pretendo hacer algo.
Cuando salgo a pasear,
voy marcando el territorio.
Grafitero intimidatorio,
que se lanza a rapear.
Tengo el chip inadecuado
debajo de mi piel,
no puedo jugar con el
a juegos pirateados.
Adiestrado a palos.
Escondo el rencor acumulado.
Finjo no ser letal,
evadir mi instinto animal.
Soy un depredador
venido a menos.
Un pequeño
perro adulador.
Me quitaron el bozal
por buena conducta.
Me rebajaron la pena capital.
Soy el mejor amigo
del hombre,
Pero prefiero a mi dueña.
La admiro tras suspiros,
Encelo al oir su nombre.
Cuando sale de la ducha
y juega con su perrito.
Me excito.
Muevo el rabo y la cola,
Pero a solas…
Tengo una vida muy perra.
Siento la correa
pero nadie me pasea.
Photo y texto by Txema Pinedo
2 comentarios:
Me encanta este poema, me parece sorprendente a la vez que lleno de sinceridad tratada desde una perspectiva animal, y nunca mejor dicho. Te espero por mi nuevo blog:
http://laladronadelibros-vero.blogspot.com/
gracias Vero, ya estoy siguiendo tu nuevo blog.
Me alegro que te guste este poema, es muy... especialmente particular.
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