Cuestión
de fe.
Renovarme
cada amanecer.
Para
después,
echarme a perder.
Tengo
el poder,
omnipotente,
de ser
un ente
para
tu mente.
Resucito
si me excito.
El ojo
que todo lo ve.
Confesiones
de un voyeur.
Lo
admito.
Tu
báscula es un altar,
donde
sopesas desnuda.
La
omnisciencia es lo que tiene,
sin duda.
Mano
de santo,
mirar
a oscuras.
Si fueras
religión,
te adoraría.
No dudaría
en ser cura,
con absoluta
devoción.
En
el fondo he pecado,
de inocencia,
al pensar
que desde el otro lado,
notarias
mi presencia.
Soy
intangible,
Ilegible.
Pero
siempre estoy.
El
creador de tu adoración.
En 6
días hice lo que pude
y al
séptimo me detuve.
Cansa
tanta vejación.
Vivo
en comunión
con los
mechones de tu pelo.
Eres
la aparición
Que tanto
anhelo.
Rezo
por eso.
Cuestión
de fe,
admirarte
tras la ventana.
Para
después…
¡Hosanna!
Echarme
a perder.
Photo y texto by Txema Pinedo.
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